El sábado 22 de octubre asistimos a nuestro primer concierto en familia. El concierto comenzó antes de entrar a la sala, alguno de los intérpretes y una bailarina salieron a la entrada y saludaron a los pequeños, moviéndose entre los que allí esperábamos con nuestros bebes en brazos. Luego se dirigieron al grupo para saludar a todos los allí presentes y nos dieron una serie de indicaciones, "cantando", para que todos disfrutáramos del concierto, especialmente los pequeños; insistieron en que los peques iban a disfrutar y que los adultos les dejáramos hacerlo libremente. Ya en la sala una primera sorpresa, no había butacas, en lugar donde nos teníamos que sentar eran colchonetas de colores colocadas en el escenario. La cercanía y la visión de los intérpretes estaba garantizada.
Fue un concierto inusual, los pequeños príncipes estuvieron muy atentos, espectantes y aunque al final querían moverse, su comportamiento fue muy bueno. Aún son muy pequeños para comentar si disfrutaron, si algo les llamó la atención o si les horrorizó... Pero intuimos que la experiencia fué gratificante y llena de estímulos enriquecedores.Acudiremos a más espectáculos infantiles, en los que no sólo los pequeños príncipes disfrutan, los papis lo hacen igualmente; e intentaremos cantar a nuestros bebes en casa como sugirió el director del espectáculo.
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