Olimpiada en el colegio

Tal vez sería mejor haberla definido como "mini olimpiada" o "peque olimpiada", en fin sea como sea una mañana dedicada al deporte de la cual los pequeños han disfrutado muchísimo, hoy ha sido uno de los días que más contentos han salido del cole, en especial el pequeño príncipe.

A principios del segundo trimestre nos informaron que en la clase de psicomotricidad iban a dedicar un tiempo a la introducción de distintos deportes comenzando con el atletismo, y hoy como colofón han dedicado la mañana a hacer una competición por equipos. Han corrido, realizado salto de longitud, lanzamiento de peso, y algunas pruebas más. Al final tres equipos han conseguido un diploma de ganadores (uno el equipo amarillo al que pertenecía Jorge) y todos los participantes una medalla, que como dijo la princesa era por "ESFORZARSE Y DIVERTIRSE", una muy buena razón para ser un campeón.

Disfraces y mas disfraces

Estamos viviendo un fin de curso que parece carnaval. Relacionado con el tema castillos y Edad Media hemos tenido que hacer un disfraz de caballero, uno de dama, otro de brujo y uno de bruja. Eso si, todos ellos realizados con "bolsas de basura", bueno en realidad bolsas de plástico que venden exclusivamente para este menester. 

Confeccionar disfraces con estas bolsas de plástico de colores es una forma rápida de hacer un disfraz barato y vistoso. Los niños despiertan su imaginación y aprenden que no hace falta grandes cantidades de dinero para hacerse un traje bonito. Aunque estas bolsas son parecidas a una bolsa de basura, poseen una mayor galga (grosor del plástico) y tienen colores brillantes y vistosos, que en nada tienen que ver con las convencionales bolsas de basura. Las bolsas de disfraces se pueden pintar, cortar, pegar e incluso coser, gracias a su mayor grosor. 

La verdad es que utilizando papel adesivo de colores en el que se puede dibujar los motivos apropiados para luego pegarlos sobre la bolsa los disfraces quedan muy aparentes, aunque la verdad se pierde autenticidad, pero lo dicho quedan lucidos y los pequeños están contentos con ellos, sobre todo porque lo disfrutan al ir igual vestidos que sus compañeros de colegio.

Visita al castillo de Fuensaldaña

Los pequeños se han ido de excursión, con su mochila, su gorra y un montón de ilusión. Hoy no ha costado nada levantarse de la cama, nadie quería llegar tarde y arriesgarse a que el autobús le dejara en tierra. El destino de la excursión "el Castillo de Fuensaldaña", allí conocieron a Don Alonso, " un caballero de verdad" como decía Inés, a la bruja malvada que después se hizo buena y ambos volvieron al siglo XV cuando todo terminó.

Después los pequeños tomaron su bocadillo en un parque cercano, en el que había dos toboganes, uno fácil y otro "muy difícil" que nuestro príncipe tuvo la valentía de bajar, y por lo cual venía muy orgulloso.

A penas nos contaron nada más, bueno que la bruja les dio un poco de miedo, y que lo pasaron bien; de cómo era el castillo... pues que era grande.