Cuando nace un bebé, o dos, los familiares, amigos, compañeros y algunos conocidos se embarcan en la tarea de buscar un regalo o varios para el nuevo o nuevos miembros de la comunidad.
El sentido principal de un regalo es agradar aunque en el caso de los nacimientos, además de agradar, se pretende contribuir al equipamiento de los neonatos y así ayudar a afrontar con un poco más de holgura la nueva situación familiar.
La mayoría de los regalos son de carácter práctico y muchos de ellos durarán bastante tiempo; algunos otros son simplemente bonitos. Todos ellos se agradecen por igual aunque algunos sólo se valoran en su justa medida con el tiempo, como es el caso de los pijamas; de repente los primeros días, cuando los peques acaban de nacer, parece excesiva la cantidad de pijamas que se reciben de regalo; pasado el tiempo, cuando resulta que hay que cambiarles varias veces en un mismo día, debido a vómitos, pises y cacas, se agradece la cantidad de repuestos disponibles que con buen criterio, anticipándose a las necesidades, algunas personas regalaron.
Gracias por todos los regalos, por los que estamos usando y por los que usaremos en el futuro, a medida que los peques vayan creciendo o se vayan necesitando; y también por los regalos simplemente bonitos porque agradan la vista y nos recuerdan el cariño de las personas con las que compartimos nuestra existencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario