Bebé a bordo

En los tiempos que corremos el automóvil es algo que forma parte de la vida de un pequeño ser humano casi desde el mismo momento de su nacimiento; cuando después de salir de la barriguita de su mamá, ha de irse del hospital para comenzar plenamente su vida en el mundo exterior, el traslado a la que será su morada ha de hacerse en automóvil y eso es algo que los papás han de contemplar antes de que el bebé salga al mundo exterior, porque ese "primer viaje" (y el resto de los viajes que haga) no se puede hacer de cualquier manera, ha de hacerse, ante todo, de forma segura para el bebé. Para ello existen las llamadas sillas de seguridad, que han de ser escogidas en función del peso del bebé y deben de estar homologadas: cumplir la normativa vigente garantizando la seguridad de los pequeños.

La primera sillita de seguridad (o grupo 0) que utilizan los pequeños príncipes ha sido prestada por la Junta de Castilla y León dentro de su programa: "el niño también viaja seguro"; dispondrán de ella hasta septiembre, cuando habrá que devolverla para que otros puedan utilizarlas. Fueron solicitadas nada más nacer los peques, y entregadas en el mismo momento de la solicitud, fue un servicio rápido y amable; las sillitas están en perfecto estado de uso, limpias y bastante nuevas y se nos entregaron envueltas en plástico que garantizaba su higiene.

Nos ha parecido una iniciativa estupenda por parte de la Consejería de familia e igualdad de oportunidades de la Junta de Castilla y León y la agradecemos.

Winnie the Pooh

Los personajes de cuentos infantiles o dibujos animados forman parte de la vida de los niños, disfrutan y se identifican con ellos en multitud de ocasiones; les llama la atención ver las imágenes de los personajes conocidos cuando los ven estampados en cualquier lugar, ésto se aprovecha para el comercio. Hay multitud de productos con imágenes de diferentes personajes, incluso los pañales; los pañales que usamos para los pequeños tienen estampado un oso naranja, un poco tonto pero simpático, llamado Winnie the Pooh.

La factoría Disney se basó en la obra de A.A. Milne para recrear este personaje y sus historias. La obra original consta de diez historias, en las cuales el protagonismo corre a cargo del hijo de Milne, Christopher Robin, y de sus animales de trapo: el osito Puff, el miedoso Porquete, el intelectual Búho, el atareado Conejo, la hiperactiva Cangu y su entusiasta hijo Bebero, el cenizo burro Iyoro; y en el segundo libro se une al grupo el fanfarrón Tigro. Al principio de cada episodio se presentan los personajes, se dan algunos rasgos psicológicos, y luego empieza la narración de algún pequeño incidente o aventura, que siempre es algo tan «normal» como pasear o jugar, y que finaliza con el capítulo.

http://www.bienvenidosalafiesta.com/index.php?mod=Indices&acc=VerFicha&autId=00000007EW

¡Y por fin, el sol!

El sol, fuente de luz y calor, fuente de vida, no se ha dejado ver mucho durante este invierno, el primer invierno de los pequeños príncipes. Cuando nacieron llovía y llovía; cuando salieron del hospital incluso nevaba.

La lluvia ha sido abundante durante todo este invierno, y si llueve salir de paseo con un carrito de bebé, y más siendo doble, resulta practicamente imposible, por lo que los pequeños han pasado los primeros mese de su vida sin salir a penas de casa.

Se acerca la primavera y las nubes dejan que algunos días veamos el sol, días que aprovechamos para salir de paseo y que disfrutamos plenamente, pues estar al aire libre nos alegra y beneficia a todos, pequeños y mayores.

El cojín azul

Parece ser que un bebé de una semana es capaz de memorizar los acontecimientos rutinarios de su jornada y de reconocer los gestos y ruidos que anuncian el momento de su alimentación. Los pequeños príncipes han demostrado esta capacidad de memorización y reconocimiento, especialmente en lo que respecta a un objeto muy ligado al momento de ser amamantados: el cojín azul.

El cojín azul es un gran cojín de lactancia sobre el cual se apoyan los peque a la hora de mamar; en el momento que descansan su cabecita sobre él, si estaban llorando, cesan inmodestamente el llanto y esperan pacientemente a que se les acerque el pezón; además han demostrado reconocer este "preciado objeto" a cierta distancia; cuando localizan dónde está, lo miran fijamente y parece que esperan a que sea convenientemente colocado como si entendieran que es el preludio de su gran momento: la hora de mamar: En otras ocasiones, cuando ya están saciados, lo miran fijamente y sonríen, ¿qué querrán espesar?, cariño, tal vez satisfacción; sea como fuere este es uno de los objetos que reconocen como muy vinculados a ellos desde el principio de sus días en casa.

"Lo que hacemos con las manos"

El llamado reflejo de prehensión es otro de los reflejos con los que nace un bebé. Consiste en agarrarse con gran fuerza a cualquier cosa que se ponga a su alcance; dicen los libros que es una fuerza suficiente como para sostener su propio peso. Los pequeños príncipes han demostrado desde el principio tener este reflejo, agarrando con fuerza cables, sondas, vías, ropa, pelo... La pequeña princesa, con poquitos días de vida puso en práctica este "reflejo" y lo utilizó en varias ocasiones para agarrar el tubito sonda que tenía en la nariz para su alimentación, y tirar de él hasta arrancarlo porque le molestaba, sorprendía la habilidad desarrollada siendo un bebé de poquitos días.
Los pequeños príncipes, además de agarrar cosas mueven sus manitas mucho y en ocasiones de forma muy expresiva, lejos de pasar todo el tiempo con los puñitos cerrados, extienden sus manos y las mueven de un lado a otro, de arriba abajo..., siempre recordaremos al pequeño príncipe dentro de la incubadora (y fuera también) haciendo algo con sus manos que parecía tai-chi.