Durante cuatro meses los pequeños príncipes se alimentaron de la leche materna, y pasado este tiempo llegó el momento de dejar la tetita de mamá y utilizar el biberón. Este paso, que para algunos puede resultar traumático, para estos pequeños no supuso ningún problema, tal vez recordaron el principio de sus días en el mundo exterior que la leche de mamá se les daba con biberón o simplemente les resultó tan fácil succionar por él que en tres días abandonaron la tetita de su mamá. El mayor problema lo han tenido que afrontar los papás y ha estado relacionado con la elección del modelo de biberón. "Hay tantos en el mercado que casi es necesario hacer un master o algo parecido para adquirir el más adecuado".
Considerando que el biberón es un elemento básico, destinado a la alimentación durante los primeros años de vida, la cosa no es como para tomársela a broma. Hay diferentes factores que pueden determinar la elección: su fácil limpieza, su fácil manejo, el tipo de material de que está hecho, su forma, el tipo de tetina, si tiene dispositivo anticólico... Para nosotros, papás primerizos , sufridores al ver sufrir a sus peques con los cólicos del lactante cuando tomaban el pecho, lo más importante era intentar minimizar cualquier molestia originada por la ingesta de aire; por tanto elegimos un biberón con un sistema que emula el efecto vacío y evita la formación de burbujas para así minimizar en lo posible los cólicos.
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