Qué son y cómo son los niños

• Los niños vienen en diferentes tamaños, pesos y colores; y de París.


• En cuanto son capaces de moverse se les encuentra en cualquier sitio: encima, debajo, trepando, colgando, corriendo, saltando…


• Encuentran siempre lo más escondido, se fijan en el detalle más insospechado y nunca olvidan una promesa.


• No son capaces de guardar un secreto, son los reyes de la indiscreción; inocente indiscreción.


• Los papás los adoran, las hermanas mayores los toleran; los adultos los desconocen y el cielo los protege.


• Un niño es la verdad con la cara sucia, la sabiduría con el pelo desgreñado y la esperanza del futuro con una rana en el bolsillo; el renacer de la vida.


• Un niño tiene el apetito de un conejo, la digestión de una tragaespadas, la energía de una bomba atómica, la curiosidad de un gato, los pulmones de un dictador y la imaginación de Julio Verne.


• Le encantan los dulces, la Navidad, los libros con láminas, el campo, el agua, los charcos, la arena, los animales, los domingos por la mañana y jugar con sus papas.


• Le desagradan las visitas, la escuela, los peluqueros, los gorros, los abrigos y la hora de acostarse.


• No hay quien se levante más temprano, ni se siente a comer más tarde.


• Es especialista en guardar en el bolsillo un cromo, una fruta mordida, medio metro de cordel, un caramelo chupado, envoltorios de colores, un trozo de sustancia desconocida y un envase de yogurt que sirve para multitud de cosas.


• Un niño es una criatura mágica con la sonrisa a flor de piel y un brillo especial en los ojos.


• Pasa de la risa al llanto y del amor al odio en cuestión de segundos; y nunca, nunca muestra rencor, un enemigo se convierte en amigo cuando el llanto cesa y el juego es interesante.


• Adora a sus padres, lo son todo para él, y cuando regresamos a casa, después de una dura jornada de trabajo derrotados y hechos trizas, él puede remediarlo todo con dos palabras mágicas: "hola papá", "hola mamá", un abrazo grandote y un beso chiquitito


• El mundo con ellos se llena de colores y sí con su lógica aplastante dejáramos que lo gobernaran tal vez todo iría mucho mejor.

La primera excursión

La primera excursión que han hecho los pequeños príncipes ha sido a ver el mar; el mar Cantábrico, en Gijón. Se dice por ahí que el aire del mar tiene un no se que beneficioso que a los niños viene muy bien (y a los mayores), y lo cierto es que los tres días pasados al lado del mar nos han venido muy bien a todos. Los peques han comido y han dormido como nunca y el caminar por el paseo marítimo ha hecho que los papas dejaran un poco de lado el estrés.

Lo más complicado del viaje ha sido el tema equipaje; hacer las maletas con sumo cuidado para que nada de lo necesario faltara (¡y se necesitan tantas cosas para dos bebés!), y de forma que ocupara el menos espacio posible para que todo cupiera en el maletero. La verdad es que lo conseguimos y espero que en próximos viajes también.

Vamos de paseo

Para pasear a un bebé es necesario adquirir un "carrito" de paseo, con capazo, grupo cero o silla. Cuando los papas se plantean comprar uno lo primero que encuentran es tal variedad que a veces la elección puede resultar realmente difícil. En el caso de carritos dobles la cantidad de modelos se reduce considerablemente y verlos en realidad para poderlos tocar e incluso poderse hacer una idea de como puede ser empujarlos es bastante difícil, en las tiendas especializadas suelen tener muchos modelos de carritos sencillos que muestran amablemente, gemelares no; estos últimos te los muestran, también amablemente, pero por catálogo.

A la hora de elegir el carrito para nuestros pequeños tuvimos en cuenta varios factores, para nosotros fundamentales, que entrara por la puerta de casa y en el maletero del coche, que no pesara demasiado y fuera de fácil manejo. Estudiamos medidas y pesos, por catálogo y por internet, nos olvidamos de consideraciones estéticas y al final adquirimos un carrito de una marca española llamada Asalvo, de color negro con algún detalle en amarillo oro y el forro interior blanco con una rallita negra; en vez de grupos cero preferimos los capazos y aunque montado con ellos parecía un pequeño tren y llamaba mucho la atención , los peques fueron cómodos y protegidos de las gélidas temperaturas invernales; ahora que el tiempo primaveral ha llegado los peque van montados en las sillas, el carrito sigue siendo llamativo pero ya no es tan largo e incluso se maneja mejor, y por supuesto, entra mejor en los ascensores.

Una canción: "el barquito de cáscara de nuez"

¿Qué tiene la música que a cualquier niño embelesa?, y no sólo embelesa, calma, hace reír, entretiene y ayuda a sentirse bien. Es curioso lo que ocurre con los bebés, cualquier melodía puede causar un efecto mágico sobre ellos y si esa melodía es tarareada o cantada por la madre, padre o cuidador habitual puede incluso convertirse en la mejor medicina. No importa que la canción sea maravillosa o esté primorosamente interpretada, incluso no importa la letra ( si la melodía se mantiene ), importa la voz que la interpreta, esa voz conocida que transmite seguridad y cariño. Después ya vendrá la identificación de la letra e incluso la repetición, pero ahora con poquitos meses de vida lo que importa es la melodía y el tono de esa voz familiar que hace a los pequeños sentirse bién.

Los pequeños príncipes identifican una melodía especialmente, una canción que su mamá comenzo a cantarles desde el primer momento que les tuvo en sus brazos; es una canción de su infancia, una canción que cantaban los "Payasos de la Tele" y que era una de sus favoritas, se titula "el barquito de cáscara de nuez"; hoy por hoy reconocen la melodía y dan muestras de sentirse bien cuando la escuchan, más adelante aprenderán a cantarla, esa y muchas otras porque la música da alegría a la vida.