Se acercan las fiestas de Navidad y una de las actividades más atractivas y entrañables es la decoración de la casa. Tradicionalmente, en esta familia, se "pone el árbol de navidad" el día de la Purísima, que es festivo; esta tradición se ha ido cumpliendo año tras año a excepción del año 2009, el año que nacieron los pequeños príncipes, ya que por estas fechas estábamos en el hospital.
Este año nuestra decoración tiene como principales elementos el árbol de navidad que lucirá flamante en el porche y el blelén que se ubicará en un estante del mueble de los juguetes. Para que los pequeños disfruten plenamente y participen decidimos que todos los adornos fueran irrompibles y con un marcado carácter infantil. El árbol está lleno de bolas de plástico colgadas con una cinta de cuadritos rojos y de muñequitos de tela muy navideños. El belén es de tela, manipulable y totalmente seguro. Es posible que a lo largo de los días las figuras cambien de sitio, incluso estén por el suelo en mas de una ocasión, no importa, la Navidad es para disfrutarla y los peques disfrutan manipulando todo lo que hay a su alrededor. Disfrutaron un montón colocando las bolas y los muñequitos y sus papas nos quedamos gratamente sorprendidos de lo que sabían y eran capaces de hacer.
Esperemos que estos días que se avecinan vengan cargados de multitud de actividades para disfrutar y atesorar recuerdos inolvidables para todos. Y ojalá una serie de ellas se conviertan en tradiciones familiares que se repitan año tras año, costumbres que nos hagan sentir felices a todos.
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