viernes, 5 de octubre de 2012

Cambio de rutinas


Septiembre ha sido un mes cambiante, un mes marcado por cambios constantes en condiciones y horarios, tanto de los peques como e sus papas, un mes sin una rutina establecida. La ausencia de rutina genera ansiedad, los peques muestran nerviosismo, están más mimosos, reclaman la atención constantemente, a veces de manera adecuda y otras utilizando formas que no agradan al adulto; "llamadas de atención" que expresan su inseguridad y malestar. Porque la rutina da seguridad, el niño necesita saber que su pequeño mundo no se tambalea, que sus puntos de referencia son estables y que sus papas no les van a abandonar. Si cada día los adultos que están  su lado aparecen y desaparecen sin un patrón establecido, si en el cole no hay horario estable y actividades que marquen el paso del tiempo y cuando salen no encuentran siempre  a la misma persona, la inseguridad aparece y el miedo hace que se pongan terriblemente irascibles.
Octubre ha traido la ansiada rutina, la que nos aporta tranquilidad y seguridad, y aunque difiere mucho de la del curso anterior, lo cual supone un periodo de aceptación e integración de la misma, cuando aprendamos sus matices todos estaremos mucho mejor y los peques volverán  estar alegres.

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